Ojo a lo que comes: advierten sobre el riesgo de consumir pan elaborado con trigo tratado con glufosinato

Es un herbicida considerado más tóxico que el glifosato y se utiliza en cultivos de trigo modificado genéticamente llamado HB4, aseguran que tiene efectos teratogénicos, neurotóxicos y genotóxicos

Bajo la consigna “Con nuestro pan no”, la Multisectorial Paren de Fumigarnos emitió un duro comunicado contra el trigo transgénico HB4 que, aseguran, representa un alto peligro para la salud de los consumidores de harina debido a la profusa utilización del herbicida glufosinato de amonio, considerado entre 7 y 10 veces más tóxico que el glifosato.

Con la clara intención de construir conocimiento en las personas que desconocen los detalles del modelo de producción agrícola industrializado, a base de semillas genéticamente modificadas para soportar químicos que se asperjan en grandes cantidades, el comunicado explica en pocos párrafos el origen del problema.

“Las semillas de soja, maíz, algodón y trigo, entre otras, son modificadas genéticamente en laboratorios para que resistan determinados agrotóxicos. Les incorporan genes de otros seres resistentes a un determinado químico, transfiriéndole a la nueva semilla, esa resistencia. Por ejemplo, cuando se aplica glifosato en un cultivo de soja resistente al mismo, se mueren todos los vegetales menos la planta de soja”, detalla el documento.

En el mismo sentido, advierte que “esto se convierte en un riesgo para la salud y el ambiente por la utilización masiva de agrotóxicos que. En nuestro país, superan los 600 millones de litros/kilogramos (en los años 90 eran aproximadamente 30 millones) por año, esparcidos en nuestra región. Una cantidad de veneno muy difícil de dimensionar y con impactos tremendos en la salud y el ambiente”.

El turno del trigo

El gobierno argentino aprobó el trigo transgénico, denominado HB4 en octubre de 2020 y la comercialización en mayo de 2022. De esta manera, Argentina se convirtió en el primer país a nivel global en aprobar este ‘evento’ (eufemísticamente se denomina así a la creación de un organismo con más de una modificación genética).

“Esta nueva semilla presenta dos características: resistencia a la sequía y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio, ampliamente cuestionado debido a su alta toxicidad aguda y sus efectos teratogénicos, neurotóxicos, genotóxicos y de alteración de la colinesterasa. Fue prohibido en varios países, por ser considerado varias veces más tóxico que el famoso glifosato”, indican desde la multisectorial.

Con una definición contundente, advierten además que “la implementación del trigo HB4 podría resultar irreversible, ya que no es posible la coexistencia de trigo transgénico y no transgénico debido al proceso de ‘contaminación genética’ que ocurre durante la polinización y cuyos residuos de agrotóxicos (glufosinato entre ellos) queda en la harina obtenida. En sociedades empobrecidas y culturalmente trigo-harina dependientes, se constituye en un claro peligro para la salud pública”.

Todos los reclamos y alertas producidos por campesinos, científicos, investigadores, profesionales de la salud, así como innumerables organizaciones, fueron ignorados por las autoridades responsables, por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación y por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Instituto Nacional de Semillas (Inase).

Fuente: La Capital, Luis Emilio Blanco

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