Desde los 80 practican la agroecología en cinco hectáreas: producen “de todo” y hasta logran exportar.

La historia de Andrés Robín y su familia da cuenta de que se puede ser un pequeño productor y vivir de y en el campo de forma amigable con el medio ambiente.

Podría decirse que en su campo “hace de todo”. Lo producido lo comercializa allí mismo pero también en la feria municipal de Villaguay, en donde muchos pequeños productores llevan sus productos, que van desde alimentos hasta canastos y tejidos.

“Yo produzco las abejas y vivo de forma estable. Además queremos darle al cliente un producto sano sin venderla cambiada”, afirma Robín.

Con el paso del tiempo y la ayuda de su familia, la producción creció. “Fuimos ocupando el predio y para eso sembré naranjas, mandarinas, ciruelas, pomelos, caquis, higueras y nueces pecán, siempre en conexión con la producción apícola. También tuvimos cerdas, capones y algunas vacas que ordeñábamos, pero como la superficie es chica no prosperó esa cuestión. Hacíamos quesos manteca, chorizos, fiambres. Hoy esa tarea granjera se ha perdido, antes era muy común en la zona. Acá hay mucha inmigración de diferentes regiones de Europa pero hoy esa una mosca blanca quien hace estas tareas”, relata el productor.

Hoy Andrés vive con su esposa y uno de sus hijos, ya que los demás terminaron sus estudios en veterinaria y contaduría. El más joven que aún vive allí, se transformó en su mano derecha.

“Acá todo se hace de forma familiar, se hace de todo en mi casa-quinta. Lo nuestro es en pequeña escala pero estamos bien. Tenemos  autoabastecimiento de todo: ajo cebolla, lechuga, pepino, melón, sandías. Pero el fuerte nuestro es la nuez pecán y lo que se cosecha de las 300 higueras, luego vendo congelado también a gente de la zona”, explica.

Para completar ingresos decidió hacer turismo rural. Hace poco recibió un grupo de 12 alemanes y ugandeses, que pasaron el día y “se fueron contentísimos”.

“Todos los días cosechamos, lo que no se consume o se comercializa en el día va al frezzer”, afirma.

Y como si todo eso fuera poco, Andrés también participó de negocios de exportación. “La primera fue a Brasil. Luego enviamos a China, Tailandia México. La última fue a Alemania. La nuez entrerriana es de alta calidad, el 70% se produce en esta provincia y tiene alta demanda”, asegura.

Fuente: Bichos de Campo

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