El río Paraná en la nueva rifa del agua
Un nuevo decreto reduce al agua a recurso económico: mientras en el Congreso se debatía la Ley de Bases, el Gobierno Nacional preparaba una una nueva licitación para la Hidrovía Paraguay-Paraná que vuelve al esquema de los 90.
Soberanía en riesgo
La Hidrovía ha permitido cambiar el sentido en el significado del río, con el uso de este término se ha transfigurado lo que significa esta fuente inagotable de agua y, por lo tanto, de vida, salud e integración de los pueblos para reducirlo a un mero “recurso económico” por el que grandes conglomerados empresariales internacionales compiten.
La soberanía sobre el curso de agua se ha degradado desde que la hidrovía existe y, ahora, el nuevo decreto podría dejar fuera a las provincias en cuanto a su participación por la eliminación del del Consejo Federal de la Hidrovía en el que estaban representadas.
Agua para la reina
El decreto, que está a la firma del presidente Javier Milei, transfiere el manejo del proceso desde la Administración General de Puertos al Ministerio de Economía. Así se da de baja el esquema que trazó el gobierno de Alberto Fernández y avanza en el modelo de licitación de los años 90 que le entregó el dragado de los ríos a una empresa privada, Jan de Nul, sin prever mecanismos de control estatal.
Ahora, la nueva licitación estaría redactada a medida del consorcio holandés Boskalis Dredging International, una empresa vinculada a la familia real de Máxima Zorreguieta y que en Argentina contó con el lobby de Mauricio Macri durante su gestión como presidente pero que no llegó a concretar al perder la reelección. Ahora este holding fue presentado ante el Ejecutivo local por el empresario Eduardo Eurnekian.
Accedé al texto del decreto en La Política On Line
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