El Delta desde las cenizas, se agotan las posibilidades para su cuidado

A pesar de los intentos bien intencionados de funcionarios medios nacionales y provinciales por reimpulsar los planes que deberían proteger los humedales del río Paraná, no han logrado torcer la dinámica reactiva de las decisiones de quienes pueden concretarlos: el  Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná (PIECAS-DP), cuyas recomendaciones fueran consensuadas hace ya ocho años entre las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y el gobierno nacional;  el Plan del Delta Sustentable de Entre Ríos propuesto hace más de un lustro; y el reciente Plan Regional de Adaptación al Cambio Climático nunca han logrado financiamiento para continuar, profundizar y/o actualizar los lineamientos que estos instrumentos de planificación propusieron, habla a las claras del poco interés por lograr previsiones y soluciones sustentables y sostenibles en el tiempo a las amenazas que tiene este particular territorio. 

La consistente demanda social, y también judicial, por revisar y regular el uso del suelo en el delta demuestra que hay mucho material para hacerlo, desde lo institucional y técnico.

Es un deseo que puedan retomarse con convicción y con los recursos necesarios los procesos de trabajo y las políticas de planificación iniciadas en el Delta, no solo porque es el camino indispensable para la conservación y uso sostenible de los humedales, para la vida de la comunidades, para dar respuesta a los grupos involucrados tanto productivos como socioambientales, sino también para la credibilidad en  la gestión pública gubernamental como responsable de la política y como promotora de la coordinación interinstitucional.

Fuente: https://eraverde.com.ar/?p=10055

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